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La necesidad de una tasa efectiva de tributación consensuada

Uno de los temas de mayor interés de análisis es la tasa efectiva de tributación (TET) porque permite estudiar el estado efectivo de pago de impuestos por parte de las empresas. Su importancia recae en el análisis de dos aspectos fundamentales de los sistemas tributarios como son equidad y eficiencia, permitiendo comparar empresas de características diferentes, analizar la rentabilidad y orientación de inversiones hacia sectores o tipos de inversión con tratamientos tributarios más favorables.

Asimismo, la TET puede ser utilizada por actores en las diferentes esferas de la economía y la sociedad. En particular, en la toma decisiones de directivos de empresas en términos de inversión, por investigadores para comparar la carga tributaria con otras dimensiones de la economía, e incluso tomadores de decisiones de política pública para evaluar alternativas de mejora en los sistemas tributarios.

Si bien existe una común definición de TET como el cociente entre el pago de impuestos y utilidades, en Colombia no existe un consenso de la metodología utilizada para su cálculo y existen dos tipos de tasas: marginal y promedio, lo que conlleva a resultados variados con un margen de diferencia significativo.

En primer lugar, las tasas marginales tienen como objetivo estudiar la carga tributaria sobre diferentes tipos de inversión (bienes de capital, inmobiliarios, investigación y desarrollo), utilizando indicadores como el retorno esperado con o sin impuestos, monto de la inversión e información con estimaciones calibradas según el marco regulatorio. Contrario a lo anterior, las tasas promedio tienen como objetivo estudiar la carga tributaria observada con el promedio de inversiones realizadas, tasas y descuentos aplicados. Sus indicadores incluyen los impuestos pagados y la utilidad obtenida; mientras que la información utilizada son datos agregados por sector, tipo de empresa o datos individuales con reportes contables y/o tributarios (Callihan, 1994; Devereux & Grifiith, 2018; y Lammersen, 2002).

Por lo tanto, se han observado diferentes estudios de TET con resultados diferentes provenientes, principalmente, del uso de metodologías e información variadas. Dentro de los estudios observados, el Banco Mundial (2017), la Asociación Nacional de Industriales (ANDI, 2022), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2021) y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP, 2022) utilizan tasas marginales. Por su parte, Villabona, J. & Quimbay, C. (2017), Arbeláez, Becerra y Benítez (2021), Carranza, et.al (2018), Gómez, H.J & Steiner, R (2015), Ávila, J (2015) y Martínez, A (2018) presentan estudios con una tasa promedio.

Otras diferencias dentro de los estudios son sus limitaciones, puesto que 6 de las 10 fórmulas o metodologías utilizadas por los autores no permiten un análisis según actividad económica, lo que limita la toma de decisiones o planteamiento de recomendaciones según sector. Además, 8 de los 10 estudios se realizan con información que no es pública, por lo que no es posible realizar una comparación de los resultados entre sí con facilidad. Por el contrario, una ventaja de las fórmulas es la observación de los resultados de diferentes tipos de impuestos como los de renta e industria y comercio (aunque únicamente 5 de los 10 estudios lo presenta). Cabe resaltar que parece existir un consenso en el uso del denominador en las fórmulas utilizadas por los estudios, dado que 8 de las 10 utilizan las utilidades de las empresas estudiadas.

Así, se encuentra diversidad de tasas efectivas a nivel nacional, local y por tamaño, lo cual denota la alta variabilidad en el cálculo de la TET según la metodología aplicada. A nivel nacional se observan resultados desde 25,5% hasta 64,28%, por ejemplo en los estudios del Banco Mundial y Gómez & Steiner utilizan los impuestos de: contribuciones obligatorias, renta, predial, movimientos financieros e impuesto a los vehículos, multas, impuestos judiciales y actividades cívicas. Sin embargo, se evidencia una tasa superior al 40% en la mayoría de los cálculos, a excepción del MHCP el cual estima una tasa de 25,5% para el 2022 utilizando impuestos de renta, dividendos y patrimonio.

De manera semejante, en las estimaciones a nivel local para Bogotá y Cundinamarca se refleja una diversidad de TET, siendo algunas entre el 60% – 70% (con impuestos de contribuciones obligatorias, renta, predial, movimientos financieros e impuesto a los vehículos como en el estudio del Banco Mundial) y otras entre el 33% – 38% (a partir de renta e ICA como en el estudio de Martínez). Las diferencias están asociadas a la inclusión o exclusión de algunas contribuciones, descuentos y beneficios. También se explican por la metodología aplicada, siendo los cálculos de las tasas marginales por lo general superiores a las tasas promedio.

La TET entre las empresas de diferentes tamaños presenta una regresividad, pues la literatura encuentra que para las empresas grandes es inferior a la de las pequeñas y medianas. En este sentido, el sistema genera más presión en los contribuyentes pequeños y medianos que en los grandes, lo que tiene efectos como el aumento de la informalidad empresarial. A nivel sectorial también se encuentran hallazgos diferenciados, sin embargo, predominan los mismos sectores con las mayores TET siendo estos comercio, construcción y actividades financieras.

En consecuencia, la TET presenta una alta dispersión en los resultados de los diferentes estudios lo cual se debe al uso de diferentes metodologías, específicamente la diversidad de variables y fórmulas. Lo anterior también es producto de la cantidad de beneficios tributarios, que otorgan un tratamiento especial para algunos sectores y tipos de empresas, lo que a su vez genera un sistema inequitativo, regresivo y complejo.

Así, se refleja la importancia de un consenso en Colombia respecto al cálculo de la TET que permita a los diferentes niveles de gobierno, empresas e investigadores obtener resultados alineados en términos de la información, variables, metodología, entre otras necesidades para el análisis. En particular, dada la naturaleza del ICA, las tarifas son diferenciales según actividad y entidad territorial, por lo tanto, la toma de decisiones tarifarias será diferente según sus realidades. De esta manera, se requiere un análisis de TET comparando las actividades o sectores donde se encuentran los contribuyentes, resaltado la importancia de ajustes tarifarios desde los estatutos tributarios.

Adicionalmente, se deben establecer parámetros y cruces de información verídica entre las Superintendencias, DIAN, Entidades Territoriales y Gobierno Nacional. Por consiguiente, se tendrá una visión integral en la toma de decisiones, cumpliendo con el objetivo de tener equidad y eficiencia en la aplicabilidad del sistema tributario.

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